RIZADORES

Cuando pensamos en las pestañas que queremos lucir, siempre viene a nuestra cabeza una imagen: unas pestañas bonitas, tupidas y rizadas. La máscara de pestañas es uno de los cosméticos que más compramos las mujeres españolas y que, muchas, no se aplican correctamente.

Muchas clientas me preguntan cómo deben de aplicarse la máscara , y veo que cometen repetidamente el mismo error: pasan el cepillo repetidamente desde la mitad de la pestaña hasta el final de ésta, dejando la raíz de la pestaña sin producto, y cargando en exceso la punta. Así únicamente logran una pestaña de aspecto liso y caído, y en la mayoría de los casos, llena de “pegotes” de máscara. La clave para una correcta aplicación de la máscara de pestaña es que el cepillo pase por toda la pestaña, desde la raíz hasta la punta: de ésta manera, ampliaremos la curva natural de la pestaña y obtendremos el efecto de “abrir” la mirada.

Y otra clave para lucir unas pestañas bonitas, y que muchas de vosotras no utilizáis, es un buen rizador de pestañas. Parece más un accesorio que una herramienta imprescindible, pero os aseguro que sin él sería imposible lograr esas pestañas que vemos en las famosas y las modelos, y que tanto nos gustan. Las que tenéis las pestañas lisas no deberíais prescindir de él nunca, porque no hay ninguna máscara que por si sola os dé el efecto óptimo. Realmente, cualquiera de nosotras necesita siempre un rizador para conseguir unas pestañas “10″.

Hay cierto miedo al uso de este instrumento. En muchas ocasiones me han preguntado si es perjudicial para la pestaña, si la corta o deteriora. Y, por supuesto, la respuesta es que no. La única precaución es mantener en buen estado el rizador, y vigilar que la goma esté en perfectas condiciones (lisa y flexible, sin cortes ni endurecida). A día de hoy, muchos de los buenos rizadores han sustituido la goma por una pieza de silicona, más duradera y de más fácil mantenimiento.

En el ranking de rizadores, el top es el de Shu Uemura. Es la referencia absoluta, con un diseño de bisagra propio (y patentado) que facilita su uso y proporciona unos resultados excepcionales.